¿Cansado de cambiar de smartphone cada 18 meses? Sí, ese es el tiempo medio que tenemos los españoles un terminal en nuestras manos antes de empezar a hacer ojitos a otro con procesador más rápido, más memoria o una cámara de 3 ó 4 megapíxeles adicionales. Los fabricantes nos incitan acelerando su ritmo de lanzamientos, hasta en un 30% en los últimos años, dejando obsoleto el anterior modelo en tan sólo 88 días. Ni un año nos dejan de plazo para disfrutar de nuestro smartphone antes de ponernos los dientes largos con otro que lo supera en diferentes aspectos.
Por eso, quizá, nos choca que el Proyecto Ara de Google busque todo lo contrario, que nos fidelicemos con nuestro móvil, permitiéndonos personalizarlo y renovarlo por módulos. El pasado 14 de enero en una conferencia de desarrolladores celebrada en Mountain View, la compañía dio a conocer el Spiral 2, primer terminal que nace de este proyecto y que se lanzará en el segundo trimestre de 2015.
Partiendo de un endoesqueleto, podrás elegir la cámara que quieras, ampliar la batería, cambiar la pantalla rota, compartir un módulo con tu familia o intercambiar otro con tus amigos. Las piezas se mantienen en su sitio por magnetismo y las posibilidades son infinitas (puedes verlo aquí). Ni siquiera se ha descuidado la parte estética, ya que Google propone que se personalice con carcasas impresas en 3D y realizadas por artistas o por el propio usuario.
La apuesta es clara: ya no es necesario cambiar tu teléfono cada pocos meses. Esto es algo beneficioso para el usuario y beneficioso para el planeta. De hecho, Google es partner de Phonebloks una organización independiente dedicada a promover entre la industria móvil el desarrollo y la producción de menos deshechos electrónicos. La modularidad es una de sus propuestas, ya que reduce el ritmo de renovación de los terminales, facilita su reciclaje y genera menor contaminación.
Sin embargo, la pelota está en el tejado del usuario. En España, la tradicional subvención del terminal por parte de las operadoras nos llevó a ser uno de los países con mayor ritmo de renovación de smartphones. Ahora que ya no hay subvención y somos más conscientes de su precio ¿preferiremos actualizarlo por módulos tal como propone Google o seguiremos sintiendo ese cosquilleo en los dedos que nos incita a cambiar nuestro móvil cada pocos meses?¿El precio será un factor determinante a la hora de elegir una opción u otra? ¿Triunfará la personalización o será sólo una moda más dentro de los dispositivos móviles?¿Se extenderá a las tablets?
Todo esto lo sabremos en los próximos años pero estoy segura de que, si triunfa, seguiremos buscando el módulo más sofisticado, más caro o más extraño para dar envidia a nuestro cuñado en las reuniones familiares.
